Parasyte
Hey frikis, les ha pasado que ningún anime actual les satisface. Desde hace unos años, el anime es básicamente puro moe, loli y ecchi, dejando a un lado la trama. Pocos han sido los títulos que logran destacar fuera de los que incluyen lo antes mencionado. Como un friki del anime que empezó a mediados de los 90, mis gustos reclaman más sci-fi, acción, gore y tramas que exploten a los personajes. Por fortuna, este año se adaptó un manga de esas épocas.
Fue en 1988 cuando el manga de Kiseijuu o Parasyte comenzó a ser publicado por una de las revistas de Kodansha, cuyo público son los hombres adultos (no es de extrañarse debido al contenido) y fue en 1995 cuando llegó a su fin.
La historia cuenta como repentinamente, una noche el cielo se vio cubierto por una nube de capullos, que en su interior contenían unos diminutos seres similares a una serpiente. Cuando los capullos eclosionaron, los diminutos seres tenían clara su misión: Introducirse en un humano, apoderarse de su cerebro y destruir a la humanidad.
Al momento de apoderarse del cerebro, los parásitos toman control del cuerpo y la persona deja de existir. Estas criaturas tienen la facultad de cambiar la forma de la parte del cuerpo que asimilan, por ejemplo, pueden cambiar de rostro o convertir una extremidad en una arma afilada. Una curiosidad de estos seres, es que son caníbales, deben comer seres de la misma especie que no hayan sido asimilados por un parásito.
La historia se centra en Shinichi, un humano que logró evitar que un parásito se apoderara de su cerebro, por desgracia o fortuna, el parásito asimiló su antebrazo derecho.
Gracias a la capacidad de cambiar de forma, el parásito puede tornar la mano de Shinichi en un par de ojos, una boca y otros apéndices para poder comunicarse con él y aprender sobre el mundo en el que se encuentra. Shinichi decide llamar al parásito Migi (Migite significa Mano derecha en japonés).
Ambos personajes representan dos polos opuestos. Shinichi es un humano sensible, introspectivo y con una moral bien definida. Migi es un ser totalmente racional y sin emociones, que sólo se preocupa por su supervivencia. Esto hace que ambos tengan opiniones muy diferentes sobre cómo actuar.
De acuerdo a la perspectiva de los parásitos que lograron apoderarse del cerebro de su anfitrión, todo parásito que no lo haya logrado es considerado como ser fallido y una presa más. Por esto es que Migi y Shinichi deben trabajar en equipo para lograr sobrevivir, pero Shinichi añade un propósito más, defender a sus seres queridos de la amenaza de los parásitos.
La trama es excelente, explora bastantes aspectos de los personajes, los cuales con cada problemática evolucionan y llegan a un mejor entendimiento uno de otro. La animación es sublime y el diseño de personajes es moderno, que difiere bastante del diseño original, lo cual es un plus ya que los personajes de aquella época eran muy similares. La música de fondo da un toque bastante energético a los capítulos, sobre todo el opening. La canción de entrada corre por cuenta de Fear and Loathing in Las Vegas, a quienes recordamos por el primer ending de Hunter x Hunter (2011) y el segundo opening de Brynhildr in the Darkness.
La adaptación animada contará con 24 capítulos. De igual manera, el 29 de Noviembre de este año se lanzará una adaptación live action, con una secuela a estrenar en Abril de 2015.
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Se dice que desde 2005, una adaptación por parte de Jim Henson Studio en colaboración con Don Murphy ha estado en desarrollo, quién sabe si algún día saldrá a la luz.
Sin duda, una gran adaptación, una buena adición al anime gore y sci-fi, y una recomendación de la temporada. Hasta el momento, el anime se ha mantenido bastante fiel al manga, esperemos que siga así y no decaiga su calidad.
Para finalizar, les dejo la pegajosa melodía de entrada:
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