Music Monday: Daniel, Me Estás Matando
¿Qué rock, banda? Estamos a mitad del mes patrio y esta ocasión más que una recomendación, les traigo una reseña para variar un poco el tema. Y es que este fin de semana tuve al fin la oportunidad de checar en mi ciudad una de las nuevas propuestas nacionales y debo decir que quedé bastante satisfecho con la ejecución de todos los artistas que pisaron el escenario esa noche. Vamos por partes…
Lo bueno
Este viernes 14 de septiembre se presentó por segunda vez en la ciudad de Puebla, México, Daniel, Me Estás Matando un dueto de bolero glam, que en colaboración con otros artistas emergentes, rápidamente se ha abierto camino a la escena popular de nuestro país. Daniel Zepeda junto a Iván de la Roja, dos amantes del romanticismo clásico, que tras coinsidir en varias ocasiones decidieron retomar juntos el sonido de los tríos de mitades del siglo pasado y traerlo de vuelta a la vida en su forma tradicional o dándole nuevos matices con ayuda de talentos como El David Aguilar, Marco Mares, Silvana Estrada y Alex Ferreira.
Cuando el dueto subió al escenario del café 19/40, lo hizo vistiendo el atuendo que usaron en el video de su último sencillo Adios, adios. Abrieron con un cóver de Me voy pa’l pueblo de Los Panchos, muy apresurado tal vez, pero cosa que era de esperarse considerando que no cuentan aún con un álbum entero. De inmediato llegó la hora de Diez pasos hacia ti, su segundo sencillo; un bolero romántico con escencia de dueto.
Avanzada más la velada se hicieron presentes pistas en bolero y cumbia que han lanzado colaborando con los artistas ya mencionados como lo son Tenías que ser tú y Hay cosas… hasta llegar a Canción Acuática, una colaboración con David Aguilar que resalta por su dramático cambio a un rock metafórico con tintes psicodélicos, muy esperada por mi persona, y que confirma la versatilidad del dueto.
Avanzaron los minutos y se fueron acabando las opciones conocidas. Llegó el turno de ¿Qué se siente que me gustes tanto? y el fervor del público no se hizo esperar; un muy bien logrado primer sencillo que expone bien la escencia de Daniel, me estás matando y sus intenciones. Al finalizar, tras declarar que ya habían agotado todo su material publicado nos dieron a probar Déjame pasar, pieza que será incluída en su álbum recopilatorio el cuál esperan lanzar en noviembre de éste año.
Después del recital llegó la hora del meet & greet, en el que se rifó un poco de merchandising y todo interesado pudo acercarse a charlar y tomarse selfies o comprar una instatánea autografiada por el dueto a un precio bastante razonable. Cabe destacar la excelente disposición del dueto para con sus fans a pesar de estar notoriamente cansados a esas horas.
La sorpresa
La sorpresa más grande de la noche fue sin duda Pam Morales, cantautora morelense invitada para abrir el show. Admito que me mostré desinteresado al saber que habría teloneros después de haber esperado una hora para poder entrar, pero Pamela supo llamar mi atención por ahí de su tercera canción. Trae un material que podría encajar como balada pop que se siente un tanto verde al principio, así como su experiencia en el escenario, pero también ejecuta piezas en las que se le siente mucho más confiada y que lo transmiten bastante a la audiencia. Espero poder saber más de ella en el futuro y que siga madurando sus composiciones, tendrá un seguidor muy objetivo garantizado.
Lo malo
A pesar de la gran presentación de ambos músicos, tengo que señalar que hubo una notoria deficiencia en la organización del café 19/40. Adelante una lista de las cosas que pudieron estar mejor.
- Impuntualidad: La hora de acceso en los boletos marcaba las 8 PM, sin embargo parece que esa fue la hora en la que llegó el personal del café a comenzar los preparativos por lo que tuvimos que esperar casi una hora en la calle para poder entrar.
- La ventilación es prácticamente nula: El café es un lugar pequeño, lo cuál es bueno para pasar a leer un rato o tener una buena charla pero el lugar carece de lugares para dejar entrar el aire. La sala de presentaciones está en el segundo piso y cuenta sólo con una ventana que estuvo cerrada hasta el final de la presentación, por lo que el organizador tuvo que turnar un ventilador para refrescar a los músicos y a la audiencia.
- Mala planeación: Afortunadamente mi acompañante y yo tuvimos un buen lugar para la función, pero a los que les tocó lugar del lado de la entrada tuvieron que soportar las constantes entradas y salidas del personal del café que por razones que desconozco comenzaron a sacar sillones desde el fondo de la sala interrumpiendo la vista. A demás de tomar en cuenta la falta de menús y el tiempo que tardan en procesar una orden. También les aconsejaría tomar nota del consumo de cada asistente porque se limitan a confiar en la sinceridad de uno a la hora de pagar.
